Querido amigo/a, tu vida es muy valiosa... muy preciosa... Dios te creó, te planeó desde antes de que nacieras, El ya te conocía y te amaba. Te amó antes que nadie, te cuidó antes que nadie. Realmente me emociona recordar esto, y me hace valorar cada momento de mi día. Contemplar el cielo azul despejado y luminoso, los árboles verdes y frescos, la suave brisa en el rostro acariciando mis mejillas como muestra del cariño Dios, la mirada tierna de un niño, el abrazo afectuoso, las palabras y los gestos de bondad, la amistad, la familia, las personas que nos rodean y nos quieren.